La revista de la Sociedad Española
de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial.
Vol 47 | Nº41 de octubre de 2007

Edades biológicas aplicables en la clínica ortodóncica.

  • 1. Ortodoncista del Hospital de Rehabilitação de Anomalias Craniofaciais. Universidad de São Paulo (HRAC-USP). Bauru-SP.

  • 2. Alumno del Curso de Ortodoncia Preventiva y Interceptiva. Profis/HRAC-USP, Bauru-SP.

  • 3. Profesor del Curso de Ortodoncia Preventiva y Interceptiva. Profis/HRAC-USP, Bauru-SP.

  • 4. Profesor Titular de la Disciplina de Ortodoncia Preventiva de la Facultad de Odontología de Araçatuba – UNESP; Profesor del Programa de Póstgraduación en Ortodoncia de la Facultad de Odontología de Araçatuba – UNESP, Araçatuba, Brasil.

Correspondencia:

Omar Gabriel da Silva Filho | Setor de Ortodontia do Hospital de Reabilitação de Anomalias Craniofaciais da USP Rua Sílvio Marchione, 3-20 – Vila Universitária - 17.012-900 – Bauru-SP | Email: ortoface@travelnet.com.br

Resumen
  • Resumen
  • Palabras clave

Partiendo de las evidencias clínicas y científicas, el presente artículo tiene como objetivo presentar, en medio a la profusión de las informaciones académicas, referenciales simples y prácticos para la determinación del estadio de maduración en la clínica ortodóncica. La edad dentaria constituye una herramienta útil en la identificación de la adolescencia cuando los primeros cuatro premolares erupcionan. La edad de la menarquia, reservada a las jóvenes, obviamente, representa un evento tardío dentro de la adolescencia, ya que ocurre en algún momento en la curva descendente del estirón de crecimiento. Por último, la edad ósea, determinada mediante el análisis de los centros de osificación visualizados en radiografías de la mano, del dedo pulgar a través de una radiografía periapical y en telerradiografías en norma lateral, por la evaluación de las vértebras cervicales, esclarece con mayor precisión el potencial de crecimiento remaneciente.

Abstract
  • Abstract
  • Key words

The purpose of this article is to present practical references to determine the maturational stages in the orthodontic practice, on the basis of clinical and scientific evidence.Dental age is useful to identify the adolescence period when all four first premolars have completely erupted.When the purpose is to preview the remaining potential growth in order to plan orthopedic treatment in girls, menarche can be easily identified in the clinical exam. Menarche represents a late event in adolescence as it occurs anytime during the descending curve of the growth spurt. At last, bone age, determined by the identification of ossification centers in hand-wrist or periapical radiographs, or cervical vertebrae in lateral radiographs, is a guide to determine the best time for either orthopedic or surgical treatment.

  • Artículo original
  • Las fluctuaciones del crecimiento somático
  • Localización del paciente en su curva de crecimiento de estatura
  • Radiografía carpal
  • Telerradiografía lateral
  • Consideraciones finales
La cara. un patrimonio morfogenético.

El esqueleto craneofacial se compone de un conjunto de huesos de origen intramembranoso y cartilaginoso que fueron altamente modificados a lo largo de la evolución filogenética.(22) Desde el punto de vista ontogenético, la disposición de parte de esos huesos, en especial el maxilar y la mandíbula, son organizados rápidamente durante el período embrionario, para dar a la cara humana su morfología humana final en la vida fetal.

La evolución ontogenética del complejo facial, desde el final del periodo embrionario hasta el nacimiento y durante la vida pos-natal hasta la madurez esquelética, envuelve el aumento del tamaño absoluto de los huesos y de los espacios, basada en la premisa de que ella se guía esencialmente por la morfogenética, sustantivo que nombra el fenotipo establecido por orden genético. De esta manera, el crecimiento hace que la cara emerja de la base del cráneo en dirección anterior e inferior, manteniendo su contorno inicial. En síntesis, el crecimiento tiende a preservar la morfología facial.(3)(36) resistiendo a las influencias ambientales. La morfología facial transporta en sí, una perspectiva de futuro al hacer repetir en el tiempo la morfología inicial, como se revela en la secuencia longitudinal de las (Figura 1) y (Figura 2).

  • Figura 1 | En esta secuencia fotográfica longitudinal de frente (A a D) y de perfil (E a H) se observa el aumento progresivo de las dimensiones faciales en el transcurso en dirección a la maduración esquelética y se comprende el significado de la “morfogenética”. La idea que genera es la constancia morfológica, o sea, la imposición del Patrón en el transcurso entre la infancia y al final de la adolescencia.
  • Figura 2 | La discrepancia esquelética sagital, revelada en la secuencia fotográfica (A a H) por la deficiencia mandibular (Patrón II), es diagnosticada en edad precoz y se perpetúa a lo largo del crecimiento. En la vista frontal (A a D) y lateral (E a H), se puede observar el aumento progresivo de las dimensiones faciales con el mantenimiento de la morfología.

La disposición de los huesos faciales en la determinación del patrón esquelético es evaluada mediante el análisis facial frontal y el análisis facial lateral.(9) La fotografía facial es un medio de diagnóstico ortodóncico privilegiado en el siglo XXI por reflejar y perpetuar la relación esquelética facial mediante el análisis clínico directo del tejido blando. El análisis facial muestra que la cara es concebida dentro de la normalidad, por lo menos en la mayoría de los niños. La combinación de genes culmina con una geometría equilibrada de la cara, es decir, buena relación entre las bases apicales, maxilar y mandíbula. Esta afirmación se basa en que la mayoría de los niños en el estadio de dentadura decídua, entre 3 y 6 años de edad, presentan una cara equilibrada, lo que se denomina Patrón I (63,22%).(35) Esto significa que la morfogenética privilegia la cara normal y tiende a tranquilizar al ortodoncista en lo que se refiere al pronóstico del tratamiento ortodóncico.

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