Introducción
En la ortodoncia actual, el anclaje óseo ha ampliado los límites que anteriormente encontrábamos en la práctica clínica. Los sistemas que se usan habitualmente suplen con creces las necesidades que se nos presentan en nuestro día a día. Ante ciertos retos ortodóncicos como por ejemplo la ortopedia, se requiere una mayor fuerza en las bases óseas. En estos casos se suele recurrir a la colocación de miniplacas para así poder ofrecer una estabilidad durante el tratamiento. No obstante, este procedimiento supone coste mayor, e implica dos cirugías, por lo que puede ser más incómodo para el paciente.
Es por esto, que sería de gran utilidad que los microtornillos puedan soportar este tipo de fuerzas de forma que facilite el trabajo del clínico y del paciente a la hora de afrontar este tipo de tratamientos.